¿Qué necesita el paciente a comienzos del siglo XXI?

Dra. Marta Miguel

Necesita:

Ser comprendido de modo individual y a la vez global en su padecimiento como un ser triple: cuerpo, alma y espíritu.

Ser comprendido de modo genérico humano como miembro de una época precisa de la historia: la del alma consciente de sí misma, ubicado en un lugar y pueblo determinados.

Que se lo evalúe según la edad, sabiendo que a cada edad de vida corresponden muy diferentes cualidades y necesidades.

Que se le pregunte acerca de sus actividades, y propensión al trabajo, a la diversión o a la inactividad.

Que la época nos pide mayor grado de estar atento frente al mundo, por un lado, y por el otro, frente a la esencia y el valor de cada cosa en particular y de sí mismo.

Que así como sufre enfermedad, puede cuidar su salud; que porta en sí un cuerpo de salud, etérico, que constantemente vive en procesos de curación y regeneración.

Que sea estimulado por sus médicos a realizar actividades sanadoras.

Que esta noción viva en los pensamientos y en el trabajo interior de un equipo interdisciplinario que colabora en un mismo ámbito físico.

Que se le aliente a encontrar en la enfermedad un signo de que algo pide un cambio en su vida; a dotar de sentido y significado al padecimiento.

Que se le haga ver que el asunto no pasa por tomar un medicamento para volver a estar como antes o seguir haciendo lo que él arbitrariamente decide. Que eso sería tratar síntomas y volverlo, enmascaradamente, más enfermo que antes.

Que se le ofrezcan posibilidades concretas de trabajar con él mismo en un sentido corporal, anímico y espiritual. El arte, la filosofía, la religión , la Euritmia como arte del movimiento, la Antroposofía -que Rudolf Steiner dejara como gran cuerpo de pensamientos universales -, son todos grandes herramientas de curación. Por un lado estimulan la vida del alma, hoy seca y atrofiada por el materialismo, por el otro, introducen claridad y orden en el universo mental.